Grupo de creación colectiva.

La compañía Bestiario nace de la inquietud por la creación y la investigación escénica. Somos seis intérpretes guiados por nuestros impulsos más primarios que nos llevan a un estilo de creación muy concreto: la creación colectiva. 


Todos los directores y directoras con las que hemos trabajado nos dejan mucho espacio a la hora de proponer materiales de creación. Los procesos de montaje son largos porque partimos de pulsiones o temas que nos inquietan y atraen, y desde ahí comenzamos a llegar a textos, músicas, pinturas o cualquier elemento que nos pueda servir de inspiración, y comenzamos a jugar desde ahí. Porque entendemos el hecho escénico como un juego, un disfrute imprescindible para que se produzca la magia entre las intérpretes y el público. Nuestra forma de entender las artes escénicas parten siempre de una necesidad por compartir, por compartir entre nosotras primero, para poder compartir con el público después. 


Somos conscientes de nuestra responsabilidad como actores creadores, no somos simples ejecutantes. Somos los que al final, estamos encima del escenario defendiendo con uñas y dientes la propuesta escénica. 

Crear para entender. 

Crear para comprender.

Crear para compartir.

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El viaje a ninguna parte.

Sinopsis: Los Iniesta-Galván, una compañía de cómicos ambulantes, busca su lugar en una España rural, asolada por la posguerra. Los caminos les deparan éxitos y fracasos, amores y desamores, encuentros y despedidas, a medida que se van dando cuenta de que quizás ya no hay hueco para ellos en un país que vive el auge del cine, en el que el teatro poco a poco va formando parte del olvido.

Años después, Carlos Galván se debate entre delirios de un éxito artístico que nunca alcanzó y el recuerdo de un pasado amargo y doloroso. A medida que se va sumergiendo en aquel viejo recuerdo confrontará la verdad y volverá a vivir aquel viaje… Un viaje a ninguna parte.

 

Método de trabajo: La propuesta del montaje nace de la visión del mundo de estos cómicos ambulantes, humildes y carentes de lujo. Partimos del concepto de espacio vacío y construimos toda la escenografía y atrezo con las maletas que acarrean los personajes. Esta puesta en escena minimalista crea una convención que el público acepta rápidamente que nos dota de una capacidad de creación escénica de un alcance inmenso. Convertimos esa caja negra, que es el escenario, en un sin fin de ambientes y escenografías con las únicas herramientas de la luz, la música y las maletas, fieles compañeras de viaje de nuestros personajes.

Antigonía.

Sinopsis: El mito comienza con Etéocles y Polínices, los hermanos de Antígona, dándose muerte mutuamente en una disputa por el trono de Tebas. Creonte, el tío de Antígona, se autoproclama rey de Tebas y dicta su primera sentencia: mientras que Etéocles será enterrado en un acto conmemorativo con todos los honores, Polínices, el traidor, será abandonado y condenado a no ser enterrado, dejando así su cuerpo a la intemperie, pasto de gusanos y buitres.

De dicha decisión nace la primera pregunta que nos plantea Antigonía: «¿Un enemigo, incluso tras su muerte, jamás se convierte en un amigo?»

Antígona tendrá entonces que enfrentarse al dilema más importante de su vida; dejar el cuerpo de su hermano abandonado y vivir muerta en vida, presa de la culpa, o anteponer su propia ley y enterrar a Polínices, a sabiendas de que saltarse la ley conllevará su propia muerte.

Método de trabajo: El proyecto de ANTIGONÍA se forja a raíz de improvisaciones en las que el grupo de jóvenes actrices y actores que conforman BESTIARIO investigan sobre el mito de Antígona. Partiendo del texto de Sófocles como base y usando otros autores más contemporáneos como Angélica Liddell, Wajdi Mouawad, Antonin Artaud, Bertolt Brecht o Maria Zambrano, el mito iba siendo asimilado y los códigos internos comprendidos. Bajo la visión y dirección de Lorena Benito, Víctor Velasco y Antonio Malonda se ha compuesto un montaje más físico, menos realista y más cercano a la dramaturgia de la imagen como motor creativo.

La combinación de diversas técnicas escénicas ayuda a confrontar las propuestas que los actores y las actrices lanzaban, usando principalmente la herramienta de los ViewPoints. Apoyados por el equipo artístico y de dirección, con el planteamiento dramatúrgico, la reescritura del texto y el esbozo detallado de la puesta en escena incorporamos danzas y cantos en correspondencia con el espíritu del texto y la historia de las tramas de la obra que queremos reforzar.

Observamos el crecimiento exponencial de la propuesta escénica con el lenguaje corporal, vocal y musical, la danza, la incorporación de los textos y la definición de los signos escénicos para terminar de definir el dibujo escénico.

Jerusalén en llamas.

SinopsisNos embarcamos en una aventura que se presenta compleja. ¿Cómo convivir con nuestras raíces? Un grupo de tres actrices y tres actores llevan varios meses investigando sobre los textos La venganza de Tamar, de Tirso de Molina y Los cabellos de Absalón, de Calderón de la Barca. Ambos inspirados en la historia bíblica del Rey David y su familia. Contada por Samuel y en el Libro de los Reyes, nos encontramos ante una familia disfuncional donde las haya, que resulta ser la base de nuestro concepto de familia, de religión, de cultura en definitiva. Tal y como Yuval Noah Harari nos plantea en Sapiens: de animales a dioses, la cultura es el conjunto de ficciones compartidas que nos definen como pueblo. La historia de la familia de David fue descrita en estos textos y, después, convertida en una ficción por el Nuevo Testamento. Pues bien, si la ficción se basa en la familia de un padre asesino, un heredero violador incestuoso de su hermana política; un hermano que no duda en utilizar todo lo que está en su mano para llegar al poder y otros dos hermanos que dejan campar a sus anchas la violencia por si les toca la corona; si la mediocridad medra en función de la sangre derramada ¿Qué podemos esperar? Hace milenios que Jerusalén comenzó a arder. Aquella ciudad nos ha dejado caminando entre cenizas. Las cenizas que caen sobre el cabello de Tamar violada, despojada de su honor, vengada en falso por Absalón, cómplice del homicidio de su propio hermano, Amón. ¿Qué nos han contado para seguir esta senda? ¿Quién nos convenció?

Sobre la escena encontramos los vestigios vivos de nuestra derrota humana. Sobre el escenario Jerusalén en llamas.

 

Método de trabajo: Jerusalén en llamas es el resultado del laboratorio de investigación teatral y

creación de la compañía BESTIARIO de la mano del director de escena César

Barló, especialista en teatro del Siglo de Oro y su puesta en escena

contemporánea.

En dicho laboratorio investigamos sobre la relación entre las raíces y el

origen de la sociedad y el mundo de hoy en día, usando como canal de

diálogo el Siglo de Oro. Para ello, utilizamos como base la historia bíblica de

Amón, Tamar, Absalón y el rey David. Creando una dramaturgia intertextual

trenzando los textos La venganza de Tamar, de Tirso de Molina y Los cabellos

de Absalón, de Calderón de la Barca.

Trabajar el teatro clásico desde una óptica diferente, contemporánea, y

sobre todo performática es el motivo principal que nos llevó a seleccionar los

textos mencionados anteriormente como base para crear Jerusalén en

llamas. Unos textos anclados en el Antiguo Testamento, que a su vez

contienen un gran potencial de material artístico adyacente, lo cual nos da

diferentes posibilidades, diferentes formas de enfocar el hecho escénico.

Esa base nos permitió encontrar la esencia de Jerusalén en llamas como unacto performativo, en el cual el público se vuelve partícipe acudiendo a una

cena organizada por el Rey David.

Una vez en el lugar del evento y antes del mismo, el espectador tendrá la

posibilidad de explorar diferentes dispositivos escénicos, referentes a la

obra, que enriquecerán la experiencia antes de asistir al banquete. Todos

estos dispositivos son adaptables a diferentes espacios, favoreciendo poder

mover el montaje a diferentes lugares donde celebrar este evento presidido

por el anfitrión, el Rey David.

Una vez los asistentes acceden al lugar donde se desarrollará el banquete, el

público podrá contemplar el desarrollo de la representación como partícipe

directo de la cena, en la cual el hecho escénico converge con la realidad.

De esta forma buscamos acercar un texto clásico al concepto de happening,

explorando así los distintos lenguajes escénicos que nos ofrece el verso.

Uno de los hallazgos más interesantes de este proceso ha sido trabajar la

técnica desde el hecho escénico, es decir, los propios intérpretes son los

encargados de cambiar y proponer las luces y la música como otro elemento

de composición escénica más. Y la investigación nos ha llevado a la luz

fluorescente, blanca y fría que los intérpretes manipulan durante el hecho

escénico, empleando este recurso tanto para iluminar la escena como para

componer y crear imágenes.

La visión contemporánea del laboratorio nos ha permitido encontrar este

lenguaje de creación con el que las actrices y actores acercan Jerusalén en

llamas más hacia un acto performativo que hacia un montaje clásico del

Siglo de Oro. Todo sucede en el aquí y el ahora.

Diseño: Artfy®